Senti-pensar fractal a escala planetaria

Emma Baizabal
8 min readNov 13, 2020

Denise Ferreira da Silva & Susanne M. Winterling

*Original text: https://planetarysensing.com/fractal-sensing-thinking-on-a-planetary-scale/

SMW: Si te parece bien, comenzaremos con el concepto de “éticas poéticas”. La base y desarrollo de esta línea que se encuentra en tu trabajo y que intuitivamente es un imperativo que conecta con nuestros tiempos. Tal vez puedas explicar, como introducción, de dónde vienen estas ideas. La aparente oposición tiene una dinámica y una potencialidad que no es propiamente dialéctica sino especulativa y realista. ¿Cómo surgieron las éticas poéticas? Y, teniendo en cuenta la discusión sobre expresión e información, ¿es posible usarlas como puente?

DFS: Es información compartida. La información sólo tiene sentido si es comunicable. En “To be Announced: Radical Praxis or Knowing (at) the Limits of Justice”[1] reviso los argumentos que rastrean qué reproduce tal violencia, es una re-creación de la sujeción, de las escenas de sometimiento y esclavitud.

Saidiya Hartman[2] rastrea tal representación de la sujeción, la exposición de la violencia del cuerpo negro más allá de la esclavitud.

Fred Moten[3] toma una posición diferente en relación con la representación de la escena de violencia, resaltando el hecho de que si te fijas en el sonido, en el grito de la persona violentada, se abre la posibilidad de un sujeto, o más bien de un objeto que en lugar de responder a la violencia y colocarse en oposición al amo hegeliano, se abre a la posibilidad de algo más. Él lo llama “la resistencia del objeto”. Y Lindon Barret[4] mira la violencia más bien como un compromiso con el materialismo histórico.

En mi artículo, que no tiene título y ha sido publicado como “To be Announced” porque ese fue el título que di para la presentación, y ahora es el título. En la escritura de ese artículo, establecí una conversación con los tres. A través de esa conversación, lo que quise resaltar es la doble violación del cuerpo esclavo negro y femenino. Me ocupo de diferentes tipos de filosofías, así como literatura negra y crítica para ver no sólo la marca de imposibilidad de articulación del sujeto esclavo negro y femenino, sino también lo que podríamos llamar el callejón sin salida de los intentos por articular tales cuerpos a través de los discursos organizados por los sujetos modernos y sus deseos.

Básicamente adopto una ecuación que es peor que aquella que he venido trabajando, porque en ella se tratan sólo de palabras. Pero a través de ella, encuentro que la violencia contra el cuerpo negro es una violencia de la que se puede dar cuenta si miras el funcionamiento de la categoría de negritud. Sin embargo esa es otra cosa, en medio del cuerpo negro femenino doblemente violado, el cuerpo negro femenino esclavo, puede haber una dirección hacia otra cosa. Puede ser que apunte hacia una gramática diferente, una que no esté informada por el sujeto moderno, que es la figura de ciertas formulaciones del deseo. O en las formulaciones del deseo en el pensamiento posterior a la Ilustración.

Fue desde ahí que comencé a preguntarme y si… El “y si…” comenzó desde ahí. Y si pudiéramos captar la violencia, como las escenas de violencia policiaca, sin referirnos a la negritud como categoría mediante la cual la violencia siempre está justificada, mediante el constructo del sujeto negro o la persona negra fundamentalmente violenta, sino más bien ir tras el exceso. Lo que argumento refiere al “en sí” de la cosa como aquello que no será de interés para el conocimiento en términos de localización. El aspecto feminista negro de ello tiene que ver con el exceso y el alejamiento del sujeto como una cosa del deseo, y al mismo tiempo con la apertura, porque una vez que vas por la cosa sin la atención en la esencia o la relación, te mueves al límite del pensamiento moderno. Mi interés en esta cuestión no es un interés en su esencia sino en todo aquello que también podría ser conocido si el conocimiento moderno no se hubiera limitado de la manera que lo hizo. Una vez alcanzado tal punto, que me atrae principalmente por mi formación académica en la tradición francesa estructuralista y post-estructuralista. De todas formas, lejos del sujeto auto-consciente, se abre la posibilidad de hacer preguntas diferentes. Cuestiones relevantes que permitirían, por ejemplo en mi área de interés, una teorización crítica legal y brutalidad política, no sólo a través de un ejercicio crítico centrado en los fundamentos y bases para tal violencia, sino a través de otro tipo de exploración que podría llevarnos lejos de ahí.

Lo poético aparece en ese mismo momento. No es tanto una oposición sino una pregunta: ¿qué pasaría si nosotros también, en el movimiento de la crítica, anticipáramos y atendiéramos al ejercicio creativo como si tuviéramos ambos movimientos al mismo tiempo. Por un lado, la crítica de la violencia y al mismo tiempo la atención a la posibilidad de re-imaginar el mundo de maneras que podamos disolver los “hechos” creadores de categorías raciales, así como la escritura de ciertas personas y lugares, como violentas. Para el caso de mi trabajo, las personas negras pero también los espacios, entendidos fundamentalmente como violentos. Poder ir al mismo tiempo por las categorías, a sus fundamentos y más allá de ellos. Más allá de las formas y categorías de las intuiciones puras kantianas y del espíritu hegeliano, más allá de todos esos conceptos sociológicos que informan el modo en que nos comprometemos con el mundo.

Así que lo poético es siempre una señalización de la relación, la insistencia de que la violencia está ligada a la categoría tiene que ser evaluada. Pero al mismo tiempo se trata de una invitación a considerar el mundo como algo más. Lo poético, la poiesis, refiere a la posibilidad de lo ya presente en el exceso de la violencia para…

SMW: ¿Cómo relacionas todo esto con el “pensamiento fractal” que yo relaciono con los fractales como los patrones romanos e imágenes de máquinas para máquinas? Esto nos lleva a la codificación y a un mundo como el de Octavia Butler o Donna Haraway donde estamos comprometidos con cyborgs y criaturas porque estamos ligadas a ellas y somos en parte ellas. ¿También incluye el ser capaz de aprender uno del otro?

Digamos que el “y si”, el pensamiento poético y el pensamiento fractal podrían ser un modo de salir de la violencia sistémica en repetición y reproducción de patrones binarios. Los patrones binarios de violencia y discriminación que podemos presenciar en ecología así como en la raza y el género.

Lo que más me sorprende como artista es cómo inevitablemente te compromete con una complejidad irreductible. Incluyendo la cuarta dimensión, porque ahora sólo has hablado de la localidad, también es interesante la temporalidad y la cuarta dimensión. Podrías hablar de la cuarta dimensión: es diferente a la singularidad, que se distingue a su vez de la particularidad. Quizás podrías decir un poco más por qué la singularidad es diferente a la posibilidad o también diferente al evento. ¿Esto tiene sentido? (El final de la oración?

DFS: Todo tiene sentido, aunque es mucho. Pero todo tiene sentido. Voy a, ya se lo dije a Susanne, voy a responder a sus preguntas pero no a resolverlas. Ahora entiendes lo que sucede [Risas]. Respuesta número uno, que podría o no cubrir la mayor parte de la pregunta.

Pensamiento fractal es parte del ejercicio “y si”. Y de nuevo tiene esos dos momentos: pensamiento fractal y pensamiento poético. Los ejercicios que hago son un intento por, quizás, colapsar lo creativo y lo crítico al reconocer declaraciones o eventos o estados de la cuestión de forma que evitemos quedar atrapadas en la linealidad y separabilidad que… todo eso está inscrito en la forma de la cuestión. Pero también en términos usados para producir la cuestión. Básicamente mi idea es primero mirar a la situación tratando de trazar lo que llamo el evento racial. Los defino brevemente pero podemos abrirlos, como eventos de violencia racial y momentos de violencia racial en los cuales podemos ver el exceso, y en estos casos el exceso está siempre en relación con lo que es usualmente considerado éticamente aceptable o legal. En retrospectiva esos eventos y ejercicios que he hecho son todos diferentes momentos históricos, y encuentro elementos en el discurso pero también en lo jurídico, lo económico y en estructuras simbólicas que se repiten. Y este es un intento por interrumpir las narraciones de la violencia racial, que incluyen la crisis de refugiados, historias recientes que son, o bien parte de un proceso histórico, por lo que se espera que sólo sucedan. O bien interrupciones de un proceso histórico, por lo cual no deberían suceder. O incluso estos eventos tienes lugar por aquellos que han estado involucrados y por aquellos que de hecho han sido lastimados en tales situaciones, lo que significa que es su culpa. Es precisamente porque ellos son los que crearon esta situación, de la misma forma como lo encontramos en la crisis de refugiados y la islamofobia: “son terroritas”, “vienen a lastimarnos”; esa es la razón por la que son puestos en tales posiciones. Incluso en declaraciones en torno a la “economía de refugiados”: “vienen aquí y nos quitan nuestra riqueza, esa es la razón por la que quedan en esa posición”. El pensamiento fractal es una invitación a complejizar tales situaciones posicionándolas en larga duración[5], tanto momentos históricos como atendiendo al momento global con el fin de identificar los procesos jurídicos y económicos, las estructuras y discursos que se juegan en tal situación. Uno de los aspectos es, por supuesto, la atención de la singularidad, el evento singular, la “crisis de refugiados”, por ejemplo, para localizar un tipo particular de repetición, una repetición que tiene que ser interrumpida. Así que la composición fractal es el posicionamiento de todos esos momentos diferentes en el tiempo y el espacio que son parte del mismo contexto. La imagen dialéctica de Walter Benjamin es mi fuente de inspiración en esto. En ese sentido, es una composición, o descomposición dependiendo de la posibilidad para interrumpir el desenvolvimiento del discurso, filosófico, histórico, sociológico, antropológico, etc, que de cualquier otra manera permitiría la presentación de una situación que siempre está justificando la violencia, poniéndola en aquellos sometidos por la violencia o haciéndolo algo que viene del pasado a cazarlos, sin terminar de pertenecer aquí. Así que esta es una manera de hablar del pensamiento fractal.[6]

[1] Social Text, Volume 31, Issue1 (114), 2013.Ver en: https://read.dukeupress.edu/social-text/article-abstract/31/1%20(114)/43/33743/To-Be-AnnouncedRadical-Praxis-or-Knowing-at-the

[2] Saidiya Hartman, Scenes of Subjection: Terror, Slavery, and Self-Making in Nineteenth-Century America (Race and American Culture), Oxford University Press 1997.

[3] Fred Moten, In the Break: The Aesthetics of the Black Radical Tradition, JSTOR 2003.

[4] Lindon Barrett, Blackness and Value: Seeing Double, Cambridge University Press 2009.

[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Larga_duraci%C3%B3n_(historiograf%C3%ADa)

[6] Cf. Denise Ferreira da Silva, Fractal Thinking https://accessions.org/article2/fractal-thinking/

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